Planifica tus comidas de verano
Una de las bendiciones de la cocina macrobiótica es entender los ritmos de la naturaleza, la transformación orgánica y la aplicación a la hora de nutrirnos.
Con el cambio de estación también cambian las condiciones en las que crecen las verduras y las frutas. Cuando llega el verano, el mensaje es claro: la alimentación debe contener más líquidos para que nos refresquen y nos hidraten. Lo que nuestro cuerpo necesita es abrir los poros para facilitar la salida del calor y humedad para reponer los líquidos que perderemos con el sudor.
Para nutrirnos de manera correcta en verano deberíamos tener en cuenta:
1. Aprovechar al máximo los productos que la naturaleza nos ofrece en esta época. Aumentando la ingesta de verdura y fruta de temporada como el calabacín o el pepino. En forma cruda o en cocciones ligeras.
Según la macrobiótica la verdura con un regusto amargo tiene la cualidad de tonificar el corazón y el intestino delgado, dos partes importantes en verano. Incluye rabanitos, rúcula, berros, canónigos, achicoria, escarola, diente de león…
Los germinados de alfalfa o legumbres, nos proporcionan energía y un alto contenido en oligoelementos que facilitan la digestión de la fibra, las proteínas y las grasas.
La fruta también es nuestra aliada para evitar los productos o bebidas azucarados. Es importante que la fruta no sustituya tu plato de comida.
2. Usa cereales más ligeros como cuscús, bulgur, arroz basmati, quinoa, maíz, espelta, kamut para poder preparar platos más rápidos y ligeros. La polenta es un buen ejemplo, ya que con ella se pueden preparar platos casi instantáneos.
3. Las legumbres son una buena fuente de proteína que debemos mantener en verano. Elabora con ellas ricos patés para untar o añádelas a tus ensaladas refrescantes.
4. El alga nori, es una de las mejores algas para el verano ya que nutre y es rica en minerales. Es un buen reconstituyente de las sales minerales que perdemos con el sudor. El alga agar agar es el must de este verano: refresca internamente, limpia y regenera la mucosa intestinal. Podemos realizar con ella ricas gelatinas de frutas. Descubre cómo hacerla aquí.
5. Es muy importante hidratarse constantemente. Una buena manera es tomar bebidas con limón, zumos de frutas o elaborar el té kukucha frío para una máxima hidratación.
6. ¿A quien no le apetece un helado en verano? Aprovecha y disfruta de este placer, pero sin que te pase factura. Escoge un helado sin lácteos, sin azúcar refinado y ecológico. O simplemente tritura tus frutas preferidas y congélalas con un poco de sirope de arroz, algún puré de frutos rojos y una bebida de avena y ya tienes un helado de lo más saludable.
7. No podemos olvidar nuestra ingesta de fermentos habitual. De hecho es muy importante que la mantengamos durante todo el año ya que son los responsables de mantener el equilibrio de la flora bacteriana. Además de ayudar a eliminar toxinas. Aunque te parezca que hace mucho calor tomar una sopa miso 2 o 3 veces por semana es una buena manera de mantener el equilibrio. Combina el mugi miso o miso de arroz junto con el shiro miso o miso blanco. También juegan un papel importante otros fermentos como el tamari, el chucrut o los pickles.
8. Según la macrobiótica los vinagres tienen la cualidad energética enfriante, utilízalos para aderezar ensaladas, ensaladillas... El vinagre de arroz y el de umeboshi son los más equilibrados.
9. Las proteínas vegetales son indispensables para el verano por la facilidad que suponen en la cocina. Según la macrobiótica, el tofu es un buen alimento para nutrir y refrescar.
10. En verano lo que menos queremos es pasar horas en la cocina. Por eso ten una despensa bien dotada, aprovecha la oferta de productos ecológicos preparados y para los días de más calor dónde no te apetezca cocinar, equilibra el menú con una buena ensalada y una sopa de miso que puedes aderezar con una rodaja de limón o germinados.
11. Tómate cada día unos minutos para bajar el ritmo. Existen algunas posturas de yoga que además de tonificar el corazón y el intestino delgado te proporcionan paz y te ayudan a tomar consciencia de cómo está tu organismo. Te propongo una postura de yoga sencilla con increíbles beneficios a nivel físico cardiovascular y que ayuda a mejorar la circulación en verano:
Baddha Konasana
- Siéntate en tu esterilla con las piernas juntas y estiradas hacia delante, y ambos brazos a los costados. Apoya las manos en el suelo y estira la espalda hasta que esté recta.
- Flexiona las rodillas dejando que los muslos caigan hacia los lados, de forma que logres unir las plantas de los pies.
- Acerca los talones hacia la pelvis lo más que puedas, manteniendo siempre la parte exterior de los pies en el suelo.
- Baja las rodillas e intenta que toquen el suelo.
- Traslada todo el peso de tu cuerpo sobre tus glúteos. Al mismo tiempo, estira la columna, de manera que puedas sacar pecho hacia afuera y hacia arriba.
- Utiliza las manos para sujetar el dedo gordo de cada pie. Luego extiende las plantas de los pies, presionándolas hacia afuera, y manteniendo los talones juntos al aumentar la presión. Esto se hace con el fin de conseguir que cada rodilla se acerque más al suelo.
- Mantén el nivel de la pelvis, la espalda recta y lleva tus hombros hacia atrás, con el propósito de alcanzar una mayor apertura de pecho.
Artículo escrito por Patricia Restrepo, directora del IME, Instituto de Macrobiótica de España.