De las personas con diabetes, el 90% presentan una diabetes tipo 2
Según la Federación Internacional de Diabetes, España es el segundo país con mayor prevalencia de diabetes en Europa. Un 14,8% de la población vive con diabetes, afectando a 1 de cada 7 adultos.
De las personas con diabetes, el 90% presentan una diabetes tipo 2.
El presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED) afirma que este tipo de diabetes ha sufrido un fuerte aumento en los dos últimos años, debido a una interacción de factores socioeconómicos, demográficos, medioambientales y genéticos.
Según un artículo de la SED, la urbanización, la disminución de la actividad física y el aumento de sobrepeso y obesidad son algunos de los principales factores responsables de este aumento.
Podríamos añadir a estos factores la exposición a la radiación electromagnética de telefonía móvil cuya asociación con altos niveles de azúcar y diabetes está ya claramente demostrada. Según estudios presentados por la Doctora Sharon Goldberg en audiencia del senado en EEUU, cuanto más cerca vives de una torre de telefonía móvil, más altos son tus niveles de glucosa en sangre.
Elegir llevar un estilo de vida más saludable: hacer deporte, estar más en contacto con la naturaleza, caminar descalza sobre la hierba o la arena, hacer un uso moderado del teléfono móvil, pasarte a la conexión por cable en casa o apagar el wifi por la noche, te ayudará a reducir los factores medioambientales.
En cuanto a la alimentación, afortunadamente lo que comemos tiene una enorme influencia en esta enfermedad, ayudando no sólo a prevenir la diabetes tipo 2, sino también a tratarla.
Curiosamente, los países con un menor consumo de hidratos de carbono y mayor consumo de grasas resultan ser los países con unos índices más altos de diabetes.
Dentro de un mismo país, las personas con un mayor consumo de proteínas y grasas de origen animal son más propensas a padecer esta enfermedad.
Numerosos estudios apuntan a que una dieta rica en fibra y basada en alimentos de origen vegetal protege, mientras una dieta rica en grasas saturadas y alta en proteína y alimentos de origen animal favorece la diabetes.
Pruebas realizadas en pacientes con medicación muestran que todos ellos redujeron las dosis, e incluso la mayoría, consiguieron interrumpirla en menos de un mes con una dieta adecuada.
Una alimentación basada en un alto consumo de grasas, causa también estancamiento en el hígado. Según la teoría de las 5 transformaciones, la energía de madera en exceso (hígado), desequilibra la energía del elemento tierra (bazo-páncreas), haciendo que las secreciones de insulina sean menos efectivas.
Un paso básico, sería, por tanto, reducir el consumo de alimentos que tensan el hígado, que coinciden con los asociados a una mayor incidencia de diabetes:
• Alimentos grasientos: carnes, huevos, queso, mantequilla, aceite en exceso…
• Alimentos desnaturalizados: harinas refinadas, azúcar blanca, grasas hidrogenadas como margarina y los alimentos elaborados con ella…
• Ingredientes químicos que tienen que ser procesados por el hígado.
Como podemos ver, no todos los alimentos de origen vegetal son saludables, algunos en particular resultan realmente perjudiciales:
• Las grasas trans (aceites vegetales hidrogenados) por ejemplo, pueden causar insulinoresistencia.
• El azúcar y los dulces elaborados con ella, producen picos de glucosa, agotando el páncreas en su capacidad para producir insulina adecuadamente.
• El consumo de cereales refinados, como el pan o el arroz blanco, provoca también una subida rápida de los niveles de glucosa.
• En general los alimentos con un índice glucémico y una carga glucémica alta se asocian al desarrollo de diabetes tipo 2.
Una vez eliminados los alimentos anteriores, sería interesante aumentar el consumo de:
• Alimentos ricos en ácidos grasos poliinsaturados o monoinsaturados como: aceite de oliva virgen extra, de sésamo, aceitunas, aguacate, frutos secos y semillas… Algunos estudios muestran que las grasas poliinsaturadas promueven la captación de glucosa por los receptores de insulina en los músculos, reduciendo así el desarrollo de la diabetes tipo 2.
• Verduras: las verduras retrasan el paso de glucosa a sangre evitando picos bruscos. Idealmente, al menos la mitad de nuestro plato debería estar compuesto de verdura.
• Cereales integrales: gracias a su contenido en fibra y ácidos grasos son absorbidos más lentamente sin alterar el equilibrio de la sangre. Puedes elegir entre: arroz integral, mijo, trigo sarraceno, quinoa, cebada, avena, centeno, etc…
• Cromo, zinc y manganeso: estos minerales ayudan a controlar los niveles de glucosa en sangre. Se encuentran especialmente en el salvado de los cereales integrales y en las algas de mar. Las setas shiitakes y los arándanos son ricos en cromo y las pipas de calabaza son especialmente ricas en zinc.
• Alimentos ricos en clorofila: ayudan a la utilización adecuada de los nutrientes y cataliza la renovación de las células. Encontramos clorofila en las verduras de hoja verde, en grandes cantidades en la hierba de trigo o cebada y en algas de agua dulce como clorela y espirulina.
• Raíz de bardana: conocida por ayudar a reducir los niveles de glucosa, es además rica en antioxidantes, ayuda a eliminar toxinas y mejora la circulación sanguínea, entre otros beneficios. Habitualmente la encontrarás en tiras ya desecadas. Para su preparación, hidrátala en agua y prepárala luego con otras raíces como zanahoria o nabo cortadas en cerillas y estofadas a fuego bajo.
• Canela: mejora la respuesta de las células a la insulina y ayuda a bajar los niveles de glucosa en sangre.
¿Te animas a hacer la prueba durante un mes?
Cambia tu dieta, haz más ejercicio, sal de la ciudad y camina por la naturaleza, apaga el wifi o pásate al cable, desconecta los datos de tu móvil cuando no los necesites, y observa la diferencia…
Artículo escrito por la consultora macrobiótica Isabel Moreno, creadora de Macrosano.