Tips y consejos para un buen caldo
Llegan los meses fríos y con ellos la maravilla de poder nutrirnos con platos calientes y reforzantes que nos generen calor interior.
Estos platos han ido desapareciendo de nuestro repertorio culinario, pues cocinamos con prisas y acabamos abriendo latas, descongelando o comprando comida preparada. No es necesario dedicarle toda la mañana a una sopa así, sino que puede ir cociéndose la noche anterior mientras preparamos la cena, nos damos un baño... Es cuestión de organizarnos y pensar con antelación.
Nuestro cuerpo necesita esta clase de platos, especialmente en los meses de frío y humedad para darnos centro, equilibrio, calor interior, reforzarnos y mineralizarnos.
Si durante los meses de invierno continuamos comiendo alimentos y bebidas que nos enfrían, desmineralizan, dispersan y abren nuestra energía vital, sentiremos muchísimo más el frío, y con ello, llegaran los resfriados, gripes, toses y en general una debilidad de nuestro sistema inmunitario.
Algunas ideas para estos meses invernales de sopas, caldos y potajes para utilizar semanalmente. Puntos a tener en cuenta:
Preparar una sopa, caldo o potaje requiere un poco de atención; no es suficiente con poner una olla en el fuego con agua y los ingredientes a cocer.
1. Líquido
Puede que deseemos utilizar en lugar de agua algún caldo de verduras, pero es importante que sea fresco.
Para hacer un buen caldo podemos utilizar toda clase de verduras, en especial cebollas o puerros, zanahorias, coles, chirivías, apio, calabaza, coliflor... El secreto es:
1. Hervir el agua, añadir los puerros o cebollas y dejar hervir unos minutos sin tapa. Así estas verduras desprenderán su dulzor.
2. Luego añadiremos el resto, junto con alguna hierba aromática al gusto y una tira de alga, preferentemente kombu o wakame, que nos aportará un elemento de refuerzo y remineralizante.
3. Hervir con tapa a fuego medio/bajo durante 30 minutos. Si utilizamos alga kombu, después de cocinarla se puede trocear.
NOTA: Es importante no añadir todo el líquido (que pensamos que necesitamos) al principio, pues las verduras de por sí ya desprenden bastante y aumentan el volumen de la sopa.
2. Ingredientes
*Verduras: la variedad es enorme, pero es mejor evitar la combinación de muchas verduras diferentes en una receta.
Para sopas y potajes de invierno:
1. Lo mejor es empezar pochando unas cuantas cebollas o puerros, con aceite de buena calidad y una pizca de sal. Cuanto más tiempo las pochemos (10-15 minutos/fuego medio SIN TAPA ) más rico, dulce y satisfactorio será el resultado final.
2. Seguidamente podemos añadir las demás verduras u otros ingredientes.
NOTA: Si en el plato vamos a incluir cereales o leguminosas, puede que primero queramos cocerlos antes de añadir las verduras para evitar que se deshagan con tanto tiempo de cocción.
*Cereales integrales: todos los cereales son ideales para esta clase de platos (arroz, cebada, avena, mijo, quinoa...). Podemos utilizarlos cocidos (sobras de la comida anterior) o crudos.
NOTA: Si son integrales y crudos podemos tostarlos ligeramente en una sartén con unas gotas de aceite para aportar al plato más calor interior.
También podemos utilizar toda clase de pasta integral, tanto cocida como cruda y cocinada con el resto de ingredientes. Hay que tener en cuenta que al cocer cereales en una sopa o potaje, hemos de utilizar más líquido y también sería muy útil tener a mano una placa difusora, si nuestra llama no puede controlarse bien, ya que existe el peligro de que se pegue.
Leguminosas: los problemas de digestión, gases y flatulencias que a veces producen las leguminosas radican en cocinarlas inadecuadamente.
El procedimiento ha de ser:
1. Remoja las leguminosas durante toda una noche (no utilices el agua del remojo).
2. Cocina siempre con una pequeña cantidad de alga kombu o wakame.
3. Cuécelas el tiempo suficiente para que estén completamente blandas.
4. No las condimentes con aliños salados hasta que estén completamente blandas.
5. Deja unos minutos más cocinándose para que el condimento salado se integre.
3. Otras proteínas vegetales
También se pueden añadir a los potajes, sopas, un poco de proteína vegetal para realzar y potenciar el favor de nutrición. Se puede añadir un poco de tofu, tempeh o seitan.
*Algas: las algas son un ingrediente fundamental en cualquier plato para el invierno, creando calor interior, remineralizándonos, alcalinizando nuestra sangre y reforzándonos.
Podemos utilizar variedad: kombu es ideal aunque debe de cocinarse largo tiempo (mínimo 35-40 minutos). Tiempo que necesitamos para cocer leguminosas o cereales en un cocido.
Si el potaje es tan sólo de verduras (cocción más rápida) podemos utilizar un alga más ligera: wakame o alga dulce...
4. Sabores
La variedad puede ser interminable, pudiendo utilizar gran cantidad de ingredientes naturales, sin necesidad de la pastilla para el caldo con sabores concentrados y artificiales. Nuestras abuelas no las utilizaban. Podemos usar variedad de hierbas aromáticas, y buenas picadas con almendras o avellanas, un toque de jengibre…
*Aliños
Para dar más cuerpo a una sopa que caliente, es importante no tan sólo utilizar un poco de sal marina al pochar las cebollas al principio.
Al final de la cocción, después de corregir la consistencia, añadiendo más líquido si fuera preciso, se puede añadir un poco de miso (puré fermentado de la soja amarilla con cualidades reforzantes, regenerador de la flora intestinal, calienta) o de salsa de soja (mismas cualidades).
Cuando el caldo, sopa, potaje está terminado, antes de apagar el fuego, se añade el miso o salsa de soja o tamari, se deja activar (sin hervir) durante 30 segundos.
Escrito por Montse Bradford