Los 5 más importantes de tu despensa de primavera
Primavera es sinónimo de comienzo, de creación, de vida, de apertura… La energía estática del invierno deja paso al dinamismo y al movimiento que se palpa en la naturaleza y también en nuestro ánimo.
Para fluir con esta energía expansiva y de activación, necesitamos ayudar a nuestro organismo a adaptarse, a depurar y a descargar excesos acumulados.
Te presentamos 5 alimentos, que te facilitarán el proceso:
Cebada:
La cebada es altamente depurativa, especialmente para el hígado, órgano asociado a la primavera, pero también ayuda a la salud de las vías urinarias, sobre las que tiene un efecto antiinflamatorio, por lo que se recomienda en casos de infecciones de orina.
Este cereal ayuda además a disolver y ablandar grasa acumulada, estando indicado para personas que necesiten disolver quistes, perder peso o desintoxicar el organismo.
Su alto contenido en fibra soluble ayuda a reducir el colesterol y los betaglucanos que contiene favorecen la eliminación del LDL, conocido como el colesterol malo.
Energéticamente la cebada refresca y humedece, ayudando a adaptarnos al ascenso de temperatura primaveral.
A nivel nutricional, es una buena fuente de hidratos de carbono de asimilación lenta y nos aporta minerales como calcio y magnesio, así como oligoelementos tan importantes como el cinc, el selenio o el manganeso.
Para su preparación se recomienda dejarla a remojo toda la noche, esto ayudará a reducir el tiempo de cocción y quedará más blandita.
Para cocer la cebada, utiliza 2 a 2,5 partes de agua y cocina durante 30 a 45 minutos en olla exprés con una pizca de sal. Puedes hacerla también en olla normal, simplemente ten en cuenta que necesitarás más tiempo. En este caso, ve probando la textura hasta que quede a tu gusto.
Una vez tierna, puedes incorporarla a un salteado de verduras o preparar una deliciosa ensalada acompañándola de zanahoria rallada, aguacate, cebolleta y aceitunas.
¿Qué te parece incorporarla en tus cremas de desayuno? Echa un vistazo a nuestra receta… (meter el link) ¡Seguro que te gusta!
Soja verde:
¡El verde es el color de la primavera!, así que si quieres comer legumbre, opta por este color.
La soja verde conocida también como judía Mungo, no tiene nada que ver con la soja. Se trata de una legumbre muy interesante por su alto contenido en proteínas, 25 gr. por cada 100, y es especialmente rica en lisina, un aminoácido escaso en algunos cereales, por lo que la combinación de esta legumbre con platos de cereal, resulta realmente interesante.
Rica también en hidratos de carbono de asimilación lenta, es ideal como fuente de energía estable y para prevenir hipoglucemias.
Al igual que la cebada, tiene un alto contenido en vitaminas del grupo B, especialmente en ácido fólico, esencial en casos de anemia y fundamental para el embarazo.
La soja verde, es además de fácil digestión, pues su piel es bastante fina y se ablanda mejor que la de otras legumbres, resultando así, beneficiosas para personas con dificultad para la digestión de leguminosas.
Energéticamente esta legumbre tiene una cualidad yin, resultando ligera y refrescante, permitiéndonos disfrutar de ella en periodos de calor.
Es habitual verla en los comercios ya germinada. Los brotes y germinados reflejan muy bien la energía de primavera, ascendente, de apertura y ligeramente fresca. Es por ello una buena idea consumirla de este modo, su fácil germinación, te permite hacerla cómodamente en casa.
Si prefieres cocinarlas, déjalas a remojo toda la noche, y ponlas luego a cocer con agua limpia y un trocito de alga kombu. Puedes prepararlas con verduras para obtener un nutritivo estofado o cocinarlas solas para utilizarla como base para otras preparaciones.
En cualquier caso, estarán listas en menos de media hora, así que si las haces por primera vez, presta atención para que no se te deshagan.
Una vez cocinadas, puedes incorporarlas a tus ensaladas o combinarlas con arroz integral para la elaboración de deliciosas hamburguesas caseras.
Té verde
El té verde es especialmente conocido por sus efectos antioxidantes. Su alto contenido en polifenoles ayuda a neutralizar los radicales libres, causantes del envejecimiento prematuro.
Además de sus muchas propiedades, se le atribuyen beneficios en enfermedades como artritis, diabetes, parkinson, alzheimer,colesterol, etc., en primavera es especialmente interesante, pues es un buen tónico para el hígado, ayudando a reducir la acumulación de grasa en este órgano, siempre que se haga un uso moderado del mismo: 1 a 2 tazas al día serán suficientes.
Su gran cantidad de antioxidantes, ayudan a mejorar nuestro sistema inmune y a prevenir estados de fatiga, tan asociados a la astenia primaveral.
La EGCG o epigalocatequina-3-galato es una sustancia presente en el té verde, 20 veces más antioxidante que la vitamina E y 100 veces más que la vitamina C y que neutraliza un receptor implicado en la producción de la respuesta alérgica, contribuyendo así a disminuir y aliviar los síntomas de las alergias.
Vinagre umeboshi:
En primavera, ¡adereza con vinagre!
El ácido es el sabor asociado a esta estación, no en vano tiene un efecto tónico sobre el hígado y estimula la secreción biliar, mejorando la digestión, especialmente la de las grasas.
Tiene además un efecto refrescante en nuestro organismo ayudándonos a adaptarnos a la nueva estación.
El vinagre de umeboshi, es una de las mejores opciones para aderezar tus ensaladas. Este vinagre, que se obtiene filtrando el líquido salado extraído de la maduración del umeboshi, tiene un efecto que ayuda desintoxicar. Es el vinagre con menor grado de acidez 2,6º, muy inferior a los 7º del vinagre de Módena.
Contribuye a combatir estados de fatiga y cansancio, tan comunes en esta época del año.
La presencia de hojas de shiso en sus ingredientes, ayudan en caso de alergias, gracias a su gran poder antihistamínico.
La presencia de sal en este vinagre, lo hace energéticamente muy equilibrado, comparado con otros vinagres que resultan mucho más yin.
¿Quieres incorporarlo ya a tus guisos? Pues no te prives de todas sus opciones: Unas gotitas en tus purés de verduras, potenciará el sabor de los ingredientes. Haz la prueba en una buena crema de hinojo y verás qué delicia.
Añádelo al final de tu salteado de verduras junto con unas gotitas de concentrado de manzana para un exótico sabor agridulce.
Tuesta unas semillas de calabaza y cuando estén listas, rocía por encima con vinagre umeboshi sin dejar de remover. El resultado, unas pipas crujientes y ligeramente saladas que podrás incorporar a tus cremas y ensaladas.
Finalmente, la versión clásica, como aderezo de tus ensaladas; este vinagre ofrece la ventaja de que no tendrás que utilizar la sal, pues su sabor es ácido y salado a la vez. Incorpóralo solo o prepara un delicioso aliño combinándolo con tahin o ¡tu crema de frutos secos preferida!
Hojas de Shiso:
El shiso en polvo es un condimento tradicional japonés obtenido moliendo las hojas de shiso previamente secadas al sol. En Japón, sus hojas frescas se consumen habitualmente en ensaladas, y se incorporan en la elaboración de conservas o condimentos.
Las hojas de shiso, nombre japonés para la planta Perilla frutescens, son utilizadas medicinalmente para prevenir alergias y para afecciones respiratorias.
Esta planta posee altas concentraciones de ácido rosmarínico, el cual tiene una potente acción antiinflamatoria y antialérgica.
La perilla es así, un antihistamínico muy efectivo, con un potente efecto antiinflamatorio, siendo especialmente recomendada en casos de alergias primaverales o asma.
Tradicionalmente se toma en infusión, añadiendo 1 cucharadita de la planta seca a una taza de agua hirviendo y dejando reposar 10 minutos.
Sin embargo, su formato en polvo, resulta realmente práctico para sazonar nuestra comida. Se puede utilizar espolvoreándolo sobre platos a base de cereales y ensaladas, así como en la elaboración de aliños y vinagretas.
Escrito por Isabel Moreno