¿Cómo y por qué añadir condimentos a mi día a día?
Hoy hablamos de dos condimentos que además de dar sabor aportan todas sus propiedades a tus platos. Estas dos raíces son muy beneficiosas, medicinales y aportan una gran riqueza gastronómica. También queremos darte ideas de cómo aplicarlos en tus comidas diarias.
El jengibre pertenece a la familia zingiberaceae y tiene la cualidad energética de dinamizar y amplificar. Por eso, en la macrobiótica se usa en aplicaciones externas y en bebidas medicinales. Es rico en gingerol, una sustancia con grandes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Se usa para combatir las nauseas producidas por la quimioterapia, las nauseas matutinas del embarazo y en mareos sobre todo en el mar.
Para combatir las nauseas matutinas es aconsejable tomar en agua fría 1 cucharadita de jengibre en polvo.
También es efectivo para aliviar las agujetas producidas por el ejercicio físico, los dolores musculares y en concreto el dolor del tenista, en el codo. Para esta última dolencia se pueden tomar 2 gramos de jengibre al día durante 10 días.
Su efecto antiinflamatorio ayuda en caso de artritis o osteoartritis ya que ayuda a reducir la inflamación y el dolor. Para este propósito mezclamos en un tarro de cristal 50ml de aceite de sésamo y 2 cucharadas soperas de jengibre en polvo. Mezclamos bien y se aplica de forma exterior en las zonas afectadas
Si hablamos del jengibre en la macrobiótica tenemos que mencionar un remedio muy conocido: las compresas de jengibre. Estas son útiles para elevar los niveles de energía y reducir las grasas acumuladas en zonas concretas, también para ayudar a expulsar piedras de riñón, calentar el cuerpo y relajar los músculos tensos.
El jengibre en la cocina.
El jengibre ayuda a hacer más digeribles las legumbres. Se aconseja añadirlo al final de la cocción de estofados largos o sopas de miso.
Quizá lo más significativo del jengibre, es su cualidad anti infecciosa. Este contiene gingerol, una sustancia bioactiva que se encuentra en el jengibre y que puede disminuir el riesgo de infecciones. De hecho, el extracto de jengibre puede inhibir el crecimiento de muchos tipos diferentes de bacterias. Es muy efectivo contra las bacterias orales relacionadas con las enfermedades inflamatorias y periodontales, como la gingivitis y la periodontitis.
En cuanto a la cúrcuma, es conocida como el ibuprofeno natural.
La cúrcuma (cúrcuma longa) es una raíz de la familia del jengibre. Esta nos puede ayudar con su poder antiinflamatorio. Su color amarillo anaranjado se lo debe a la gurrumina, el fotoquímico que le otorga esa acción antiinflamatoria, pero también antioxidante y estabilizadora de los niveles de azúcar en sangre.
La inflamación es quizá una de las causas subyacentes en todas las enfermedades actuales por lo que la cúrcuma se convierte en un remedio natural muy efectivo.
Según la ayurveda, para obtener el mayor beneficio hay que acompañarla con pimienta negra tostada y algo de aceite.
La curcumina actúa sobre los mediadores de la inflamación, se considera que su acción antiinflamatoria es equiparable a la del ibuprofeno o fenilbutazona en el tratamiento de afecciones como la artritis.
Por su acción antiinflamatoria, la cúrcuma también está indicada en otros procesos que afectan a órganos, como la enfermedad inflamatoria intestinal, la inflamación de la córnea ocular, la pancreatitis o el colon irritable.
En la cocina:
Se puede añadir a los estofados y cocciones para facilitar el metabolismo de las grasas y mejorar la cantidad y calidad del flujo de la bilis. Por esa razón se recomienda cuando el colesterol es alto o en casos de diabetes. Es un extraordinario digestivo.
Recetas para añadir estas raíces a nuestro día a día:
Té de jengibre y limón:
Energéticamente ayuda a combatir los resfriados y estados gripales
Calienta el cuerpo y es digestivo
500ml de agua
1 cucharada de jengibre en polvo
Zumo de medio limón
Melaza de arroz
Preparación:
- Llevar a hervir el agua
- Añadir el jengibre en polvo
- Dejar reposar 2 minutos
- Agregar el zumo de limón y la melaza de arroz al gusto.
Mijo estilo hindú:
Ideal para eliminar la retención de líquidos y la falta de tono muscular.
Ingredientes:
1 vaso de mijo lavado
1 cucharadita de cúrcuma en polvo
1 cucharadita de jengibre en polvo
1 cucharadita de comino en grano
1 clavo
50gr de guisantes
1 cebolla cortada en trocitos pequeños
1 zanahoria cortada en cubos pequeños
1 cilantro fresco
1 cucharada de aceite de oliva
2 vasos de agua
Sal
Elaboración:
- Tostar el mijo hasta que adquiera un color dorado y reservar.
- Añadir a una cazuela el aceite de oliva y calentar.
- Sofreír las especias.
- Agregar el agua y la sal y hervir.
- Incorporar el mijo y hervir 5 minutos.
- Bajar el fuego y cocer a fuego lento durante 30 minutos más.
- Servir con el cilantro troceado.
Artículo escrito por Patricia Restrepo, directora del Instituto de Macrobiótica de España