Alimentos útiles para la endometriosis
La endometriosis es una enfermedad que cada vez se extiende más en nuestra sociedad actual. Un alto porcentaje de mujeres la sufren e incluso gran parte de ellas pasan tiempo sin saber que la tienen.
En el plano emocional, la endometriosis es la alarma que salta cuando se crea una gran separación entre las necesidades emocionales de la mujer y sus acciones competitivas y productivas realizadas para satisfacer su relación con el mundo exterior. Cuando estas dos fuerzas de distinto camino entran en conflicto, el sistema inmunitario crea anticuerpos contra sí mismo, bloqueando todo su sistema cíclico, hormonal y reproductor.
Para que podamos visualizarlo mejor, lo explico fisiológicamente.
El endometrio es el revestimiento mucoso que se encuentra en la cavidad uterina. Esta mucosa va aumentando su grosor a medida que va pasando el ciclo lunar de cada mujer, enrollándose en las paredes del útero y creando la calidad y temperatura necesaria para permitir la asociación (al final del ciclo) del óvulo fertilizado.
En caso de no haber fertilización, este revestimiento se desprende de las paredes uterinas, permitiendo así, al cuerpo de la mujer, limpiar y regenerarse para un nuevo ciclo a través de la menstruación.
Sin embargo, este revestimiento mucoso puede perder su calidad asociativa, tornarse ácido y espeso, y negar la posibilidad al óvulo fecundado de ser cuidado.
Normalmente, cuando esta mucosa endometrial pierde sus facultades y no se regenera debidamente, se queda estancada en las paredes uterinas ciclo tras ciclo desplazándose hacia la pelvis, intestinos y en casos extremos a pulmones.
Los síntomas más llamativos de la endometriosis son:
La infecundidad
Ciclos menstruales irregulares
Dolores en la pelvis
Reglas dolorosas con abundancia de coágulos
Molestias en el acto sexual.
Sin embargo, es difícil diagnosticar la endometriosis, incluso puedes pasar toda la vida con ella y no saberlo.
Muchas mujeres con endometriosis viven silenciosamente en conflicto con la presión biológica del cuerpo de ser fecundado y el trasiego de una vida altamente productiva laboralmente.
Hay muchos casos de mujeres que han negado su deseo de ser madres o no lo han expresado a sus parejas por miedo a la alteración de la relación y se han quedado “enquistadas” en un estado aparente de felicidad, nuevamente por cumplir las expectativas externas y han desarrollado endometriosis como resultado del rechazo a sí mismas.
Antes de hablar de las repercusiones físicas que tienen ciertos hábitos alimenticios para aumentar el riesgo de endometriosis, me gustaría plantear algunas preguntas, que puedes hacerte y responderte según tu grado de compromiso y honestidad contigo misma.
La mejor forma de hacerte preguntas, es tumbarte con los ojos cerrados en un lugar silencioso. Coloca tu mano derecha sobre el costado izquierdo bajo el pecho y tu mano izquierda en la zona baja del abdomen bajo el ombligo. Relájate tomando algunas respiraciones profundas mientras calmas tu ritmo cardíaco y conectas con tu ritmo orgánico. Relaja cada parte de ti que esté en tensión y entonces pregúntate:
- ¿Me amo y actúo en consecuencia con este sentimiento?
- ¿Pongo las necesidades de mi pareja o familia por delante de las mías para ser aceptada o querida?
- ¿Cuáles son las necesidades emocionales a las que ahora necesito prestar atención?
- ¿Quiero ser madre?
- ¿Quién o qué me impide ser madre?
- ¿Estoy dispuesta a eliminar de mi vida estos impedimentos?
- ¿Tengo miedo de no ser reconocida?
De igual manera, no está demás, especialmente en edades en las que las células van más lentas y todos los procesos regenerativos se van aletargando, que cuidemos con más ahínco nuestra salud modificando los hábitos alimenticios.
Si decimos pues, que el endometrio es una mucosa suave, que precisa de una temperatura cálida y textura que permita al óvulo adherirse a él para guardarlo y permitir que el proceso de fertilización llegue a su fin, ¿cuáles serían los productos que eliminaríamos de nuestra dieta?
- Queso (sobre todo quesos curados)
- Leche de vaca
- Mantequilla
- Salmón y atún
- Harinas refinadas
- Químicos (bebidas azucaradas, snacks)
- Alcohol
Todos ellos tienen un contenido graso muy fuerte que el cuerpo no integra bien y destruyen la calidad del endometrio.
Si padeces endometriosis, eliminar estos alimentos y llevar una dieta equilibrada te ayudará muchísimo.
¿Qué alimentos incorporar?
- Daikon (según prescripción)
- Rábanos
- Shiitake
- Zumo de zanahoria y jengibre
- Apio
- Bardana
- Umeboshi (según prescripción)
- Arándanos y frambuesas
- Cereales integrales (arroz, cebada, espelta, mijo)
“Nuestro cuerpo y su funcionamiento son una reproducción del bioritmo de la Tierra a pequeña escala. Si te acercas a ella desde una visión más amplia y observas las estaciones y todo lo que ellas traen consigo, te será más fácil saber qué necesita tu cuerpo para estar en equilibrio”
Artículo escrito por Natalia J.Restrepo